Los selladores dentales son particularmente útiles para niños y adolescentes debido a la vulnerabilidad de sus dientes en desarrollo a las caries. Por esta razón, los expertos recomiendan sellar las superficies de los dientes para proteger el esmalte.
Sin embargo, debido a que un sello dental actúa solo como una medida preventiva, la caries existente o el daño causado al diente no se pueden detener ni revertir con tal paso. Por lo tanto, como sus dentistas, evaluaremos la condición existente de sus dientes antes de asesorarlo sobre la mejor línea de acción. Además, recomendamos encarecidamente un programa preventivo eficaz para mantener sus dientes sanos el mayor tiempo posible, especialmente si una compañía de seguros de salud está pagando los costos.
Al aplicar un sello dental, el dentista primero debe limpiar a fondo las áreas del diente que se van a sellar y eliminar cualquier depósito como el sarro. Para este propósito, se utiliza un chorro de polvo, que logra un efecto de limpieza significativamente mejor que un cepillo de dientes, sin dañar la superficie del diente o las encías. Posteriormente, la superficie dental limpia se endurece con un gel ácido para que el material de sellado se adhiera a ella lo mejor posible. Después de un corto tiempo de secado, el sellador real se aplica y se cura con una lámpara especial. Al final del tratamiento, el dentista pule la superficie y muele el material que sobresale.